miércoles, 30 de marzo de 2011

Europa arremete contra China

Según finalizaba el siglo XIX, las grandes potencias europeas desarrollaban su economía de una forma rápida y voraz gracias al surgimiento del capitalismo y los nuevos avances agrícolas, higiénicos y médicos. Así el enorme crecimiento natural supuso la creación de nucleos urbanos donde se desarrollo la industria, convirtiendose así, gracias al sometimiento obrero, en países ricos y poderosos.  De esta forma, Inglaterra tuvo la necesidad de expandir capitales, importar sus productos y encontrar nuevas tierras que explotar, que creasen tambien empleo para el exceso de población. Este requerimiento de nuevos mercados llevo a los británicos a la busca de nuevos territorios por el mundo. De la misma manera, Estados Unidos, que durante el útlimo tercio del siglo XIX había incluso alcanzado industrialmente a la potencia pionera, expandía sus dominios hacia territorios principalmente contiguos (defendía la america de los americanos, i.e, vocación norteaméricana de dominar todo el continente) y no solo eso, cuando a finales de siglo lo hubo conseguido, pactó con el resto de potencias acuerdos para repartirse colonias conquistadas. Alemania por su parte, había alcanzado también  un poder económico que lo situaba junto Estados Unidos e Inglaterra, gracias a la situación del país acabada su unificación y finalizado el periodo de guerras (1870). Habiendo pues sido artífice mayoritario durante la Conferencia de Berlín, Alemania poseía como el resto pequeños núcleos en las costas africanas, ya que debido a su situación geográfica ( se encontraba rodeado de países fuertes y protegidos mutamente) le había sido imposible expandir más allá sus fronteras.
Constituye así una Europa dominante y poderosa junto con el resto de potencias y países influyentes ( Francia, Rusia, Holanda, Bélgica, Portugal...)

En este contexto, como vemos en la imagen, Eurpa se abalanza encarnizadamente sobre China.
La primera potencia ejecutora en asaltar el país asiático fue Inglaterra, que no la ocupó por completo, ya que no le interesaba, sólo estableció pequeños enclaves en las costas con lo que poder comerciar lo que equilibraría la economía entre ambos y desequilibraría la sociedad china. La venta de opio incluso tras la prohibición de la misma provocó las guerras del Opio. La victoria inglesa posibilitó el establecimiento comercial en Honk Kong y la apertura de las 12 puertas al comercio internacional, esto unido al tranquilizado cáracter y decaído ánimo de los chinos debido a los efectos del opio, posibilitó al resto de potencias una 


intrusión sin apenas defensa. Lo que comenzó con las agresiones inglesas relacionadas con el opio se convirtió en una infame orgía de repartición del territorio y los mercados de China.
En la imagen un representante de cada país elige su porción de china con la facilidad con la que se corta una pizza, mientras a sus espaladas, un chino intenta parar el destrozo sin ser escuchado. Lo ignoran por completo. De izquierda a derecha, la reina Victoria de Reino Unido, emperador Guillermo I de Alemania, Alejandro I de Rusia, hijo del zar ruso Nicolás II, Marianne como representante de la Repçublica francesa y Meji Tenno, un emperador japonés.
 La escena se sitúa aproximadamente a finales del siglo XIX, ya que sucede tras la derrota China en las guerras del Opio (1842) y pasaron unos pocos años antes de que el resto invadiesen el territorio porque la irrupción en el escenario de otras potencias  (ademas de las de la imagen, EEUU ) forzaron a China a firmar diversos convenios, los “Tratados Desiguales”, que exigía diversos convenios en favor de las potencias, como en 1860 China se vió apremiada a abrir otros once puertos al comercio exterior, lo que facilitaría mas todavía su ocupación, reflejada mas inclusó tras la derrota contra Japón, que le costo importantes porciones territoriales. Esta  derrota ocurrió en 1895 por lo que la fecha de la imagen, podría ser cercana a esta pero sin entrar en el siguiente siglo,ya que en él , los conflictos de la primera Guerra Mundial ya se van vislumbrando más y estaba el territorio ya repartido. El país lo desconozco por completo, podría ser la misma China por la cercanía a la que se encuentra el hombre Chino a espaldas de los representantes, es difícil de adivinar.
El reparto de China no fue simultáeo entre todas las potencias como se ve en la imagen, como ya hemos visto, el primero fue Inglaterra, y posteriormente el resto de potencias, Francia y Rusia después y finalmente Japón. Tampoco se dividió en porciones iguales ya que cada país poseía unos interes en función de sus necesidades económicas e intereses políticos. Unos tomaban territorios costeros como Inglaterra para comerciar el opio y ocupar la cuenca del Yangsté, con la que mejorar las comunicaciones con los establecimientos de Honk Konh y Shangai, otros como Alemania, Francia y Rusia únicamente querían ampliar sus territorios y Japón enfrentado contra Rusia, no toleraba que éste superase su influencia en China ni que hiciese lo mismo con Corea ( Japón defendía la independencia de ciudades como Corea y Taiwán) y se lanzó a la conquista de los territorios que aún quedaban de lo que fue la pizza china.


A pesar de cómo fué devorada entoces, China resurgió en años posteriores y se encuentra hoy a la cabeza de las grandes potencias no Europeas sino mundiales y en ella se esta producciendo algo similar a lo que ocurrió durante el siglo XIX en Europa. El comerció encuentra su momento de más auge, necesita de la expansión de capital producido por millones de empleados chinos en míseras condiciones, horarios infrahumanos y sueldos míseros que junto con  el exceso de población y falta de recursos ha provocado que la población China se desplace a otros países Europeos en busca de una vida mejor para sus hijos y unas condiciones dignas.


martes, 15 de marzo de 2011

siempre queda un motivo por el que sonreir


Mujer de Ghana sujeta a su hijo a la espalda y sonríe a la cámara, probablemente lleva todo el día con el, mientras trabajaba en el mercado, lavaba a mano la  ropa y comentaba con el resto de las mujeres del pubelo la jornada. A pesar de ello, el niño no llora. La mujer menos.